Dentro de esta página
encontrareis un poco de explicación sobre la motricidad y para que nos puede
ayudar.
Las
habilidades motoras básicas son las actividades motoras, las habilidades
generales, que asientan las bases de actividades motoras más avanzadas y
especificas, como son las deportivas. Correr, saltar, lanzar, coger, dar
patadas a un balón, escalar, saltar a la cuerda y correr a gran velocidad son
ejemplos típicos de las consideradas actividades motoras generales, incluidas
en la categoría de habilidades básicas. El patrón motor maduro de una
habilidad básica no se relaciona con la edad, error en el que se podría caer
fácilmente debido al término "maduro" (que dentro del contexto del desarrollo de
patrones motores quiere decir completamente desarrollado), sino con la
habilidad. Por otra parte también se podría hablar de patrón motor evolutivo
que se define como todo patrón de movimiento utilizado en la
ejecución de una habilidad básica que cumple los requisitos mínimos de dicha
habilidad, pero que, en cambio, no llega a ser un patrón maduro. Por tanto
los patrones evolutivos son relativamente inmaduros y no alcanzan la forma
perfecta. Los cambios en la eficacia de los movimientos y la
sincronización de patrones evolutivos sucesivos simbolizan el progreso hacia la
adquisición de patrones maduros. Así pues, cada vez es más evidente que el
desarrollo de las habilidades motoras es un proceso largo y
complicado. Al nacer, la capacidad estructural y funcional que el niño posee
sólo le permite movimientos rudimentarios, carece de patrones motores generales
demostrables, uniendo varios movimientos simples para formar combinaciones
sencillas. El ritmo de progreso en el desarrollo motor viene dado por la
influencia conjunta de los procesos de maduración, de aprendizaje y
las influencias externas. Por tanto, hay que estudiar dichos procesos e
influencias para explicar cómo se producen cambios observables en la conducta motora,
y además hay que prestar más atención, si cabe, a la investigación de
los mecanismos subyacentes de la misma. De todas formas, si no añadimos al interés por
la descripción de lo que tiene lugar en el desarrollo de habilidades
la visión del descubrimiento de cómo ocurre, el proceso continuará siendo incompleto
y desequilibrado. Más tarde, se tratará cómo ha ido evolucionando el movimiento
en el niño desde el mismo momento de nacer hasta una edad en la que el niño ya
va dominando el movimiento a su antojo (aunque aún se pueden desarrollar más
las habilidades motrices básicas hasta llegar a la "madurez" de la
que hemos hablado anteriormente).
El
niño está constantemente en movimiento: inventa, descubre, imita, repite,
mejora sus gestos...De ahí surgen infinidad de juegos motores de muy
diversa índole: salta, corre, abre y cierra cosas, lleva, tira, empuja, lanza,
juega a la pelota.... La actividad motórica de los niños de tres a
seis años aproximadamente se caracteriza por la libertad, la soltura, y
espontaneidad de la movilidad infantil, que pierde ese carácter brusco
e incoordinados y gana una extraordinaria armonía. El niño observa los
movimientos de los demás y es capaz de imitarlos, sin análisis previo,
con una total desenvoltura. A los tres años el niño sabe correr, girar, montar
en triciclo, echar el balón. A los cuatro años salta a la pata coja, trepa, se
puede vestir y desnudarse solo, atarse los zapatos, abotonarse por
delante...Los avances "manuales" también son destacables: uso de
tijeras, mayor habilidad en el dibujo... A los cinco años gana más aún en soltura:
patina, escala, salta desde alturas, salta a la comba... Entre los cinco y
los seis años se puede decir que el niño puede hacer físicamente lo que quiere,
dentro siempre de sus fuerzas y posibilidades. Hacia los seis años esa
espontaneidad, de la que ha hecho gala el niño hasta esta edad, se desvanece.
Ahora lo que pretende es demostrar sus habilidades, medirse, hacerse valer, en
resumen, afirmarse. Se podría decir que en este punto el proceso de adquisición
o formación de las habilidades motrices básicas tocaría su fin pues como se ha
dicho las habilidades motrices básicas ponen las bases a los movimientos más
complejos y complementados (ahí estaríamos hablando ya de habilidades deportivas).
Pero de todos modos parece interesante tratar brevemente cómo continúa
evolucionando éste aspecto en el niño para así hacerse una idea más amplia
sobre dicha evolución motórica en el niño.
Este
proceso continuo de desarrollo de las habilidades motoras como hemos visto, parece
producirse en diversos grados. El progreso, que se produce a lo largo de los
meses y años, se puede explicar por el aumento de capacidad que acompaña al
crecimiento y al desarrollo y en parte por ese proceso natural, no dirigido,
que se produce por imitación, ensayo y error y libertad de
movimiento. Ese progreso es más o menos independiente a la actitud,
facilitadora o de impedimento. De todas formas una actitud facilitadora, según
demuestran gran cantidad de pruebas, que, se supone, proporciona de
aprender la oportunidad de aprender habilidades motoras antes de lo habitual en
condiciones suficientemente estimulantes, suele dar un resultado óptimo, o sea,
suele responder desarrollando un nivel de habilidad motora superior a la normal
con respecto a su edad. Así pues, es muy importante un apoyo a este proceso
natural porque si no se corre el peligro de perder la oportunidad de progresos
de orden superior al no haberse realizado un desarrollo óptimo de habilidades
motrices. Esa manipulación y control de las circunstancias que
influyen en el desarrollo motor y en la adquisición de las habilidades motoras
es lo que se puede llamar "intervención". El objetivo principal
es evitar el retraso de dichas habilidades motoras intentando ajustar el
progreso al momento justo en el que el niño es capaz de mejorar, basándose en
su desarrollo (que aunque se "marquen" unas etapas o estadios dentro
del desarrollo del niño varían según cada niño en concreto). El problema
principal de la intervención y el enriquecimiento consiste en determinar qué
estímulos, en qué proporción y qué momento de sería el propicio para ofrecerlos
con el objetivo de un desarrollo motor óptimo. El concepto de desarrollo óptimo
de habilidades es amplio y depende del enfoque que cada uno utilice al estudiar
el movimiento.
La
mayoría de las habilidades que se dan en el deporte , por no decir
todas, tienen su origen y fundamento en las habilidades físicas básicas, como
son: andar, correr, saltar, equilibrio, volteos, balanceos, lanzar, patear, etc.
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